Todos los martes y viernes, en las noches de luna llena, cuando el silencio envolvía por completo a las estancias y comarcas de la hacienda Laredo, los campesinos eran aterrados por el estridente paso de una carreta proveniente de Trujillo, jalada por briosos y jadeantes caballos. En la inmensidad del silencio, los agudos aullidos de los perros se perdían dolorosamente, al mismo tiempo que los chirridos de las ruedas parecían clavarse en los oídos y en el alma de los humildes pobladores quienes, según ordenes expresas del administrador, capataces y mayordomos, tenían que trancar las puertas de sus casas y no salir por ningún motivo, bajo el peligro de fuertes sanciones y castigos en caso de desobediencia.
A estas altas horas de la noche, el misterioso jinete, ricamente vestido, dirigía su carreta a uno de los cerros de cima tan prolongada, a manera de punta y fácilmente visible entre los pueblo cercanos del valle de santa catalina y desde la carreta que conduce a la sierra liberteña. En dicho lugar –de imposible acceso- tenía sus citas con el diablo el jinete que, para muchos cristianos, se trataba del propio dueño de la hacienda, poseedor de inmensas e incalculables fortunas, a cambio de la entrega de su vida la rey de las tinieblas. Por eso, cuando el enigmático personaje murió, en vez de su cuerpo se veló y sepultó un ataúd lleno de adobes, que fue conducido a una imponente tumba de negras y brillante losas.
Fuente: La Tierra Encantada (Saniel E. lozano A. / Bety Sánchez Layza)
He escuchado este relato muchas veces, y estoy segura que varios de ustedes también. Casi siempre cuando el diablo esta presente en una historia, es para justificar la fama o riqueza inesperada de alguien y es de suponer que lo mismo pasa con esta leyenda. Pienso que lo más macabro del relato es la tumba de Chopitea, que contiene supuestamente piedras en vez de huesos. ¿Será posible?…Tal vez nunca lo sabremos.
Andrea Aguilar Dinis
Para aquel que preguntó si habíamos visitado la tumba y para todo aquel que quiera saber: pues les cuento que sí lo hemos hecho, la foto que ven arriba la tomamos nosotros, es más me sorprendió ver que los hombres eran los que tenían más miedo en bajar las escaleras ( ya que las tumbas están por debajo de la superfice para los que no conozcan el lugar). Lastimablemente nos encontramos con tumbas rotas que solo observamos de lejos, ya que las rejas estaban cerradas.
Me dijeron que antes habían unos querubines negros, pero que ya los habían retirado, también me comentaron por ahí que la tumba de Chopitea no es ninguna de las que están abajo, sino que está dentro del mismo monumento (que consta de una cruz y una tumba negra) y que es ahí donde están las piedras en vez de huesos.
Me dijeron que antes habían unos querubines negros, pero que ya los habían retirado, también me comentaron por ahí que la tumba de Chopitea no es ninguna de las que están abajo, sino que está dentro del mismo monumento (que consta de una cruz y una tumba negra) y que es ahí donde están las piedras en vez de huesos.
0 comentarios:
Publicar un comentario